Se conoce como la Santa Cena al momento en el que la iglesia, el pueblo de Dios, participa del pan y el vino en memoria del sacrificio de Jesús en la cruz. Jesús mismo instituyó esa celebración o memorial como un recuerdo tangible del nuevo pacto establecido por él. Encontramos el texto bíblico sobre la institución de la Cena del Señor en Mateo 26:26-29, Marcos 14:22-25, Lucas 22:19-20 y en 1 Corintios 11:23-25.
Ministerio integral Familiar
La noche antes de su muerte, Jesús se reunió con sus discípulos para celebrar la cena de la Pascua judía. Mientras comían, Jesús tomó el pan, lo bendijo, lo partió y lo compartió con sus discípulos diciendo: «Tomen y coman; esto es mi cuerpo» (Mateo 26:26). Luego, tomó la copa de vino, la bendijo y les dijo que esa era la sangre del pacto, derramada para el perdón de pecados. Él bebió y les dio para que ellos también bebieran de la copa. Para terminar, Jesús los mandó a seguir haciendo esa celebración en memoria de él (Lucas 22:19 y 1 Corintios 11:24). Fue ese el momento en el que se instituyó la Santa Cena como una celebración importante para el pueblo cristiano. Los cristianos de la primera iglesia celebraban la Santa Cena a menudo. Ellos se reunían con frecuencia para animarse los unos a los otros, orar juntos y participar del pan y el vino. Algunos de los nombres bíblicos para la Santa Cena son: la Cena del Señor (1 Corintios 11:20), la mesa del Señor (1 Corintios 10:21) y el partimiento del pan (Hechos 2:42). El significado de los elementos Hay dos elementos esenciales de la Santa Cena: el pan y el vino. Fue lo que Jesús usó con sus discípulos y, aunque son solo símbolos, su significado es muy especial. El momento de la Santa Cena no debe tomarse a la ligera. Es un acto específico de obediencia en el que debemos enfocarnos con todo nuestro ser: mente, espíritu y cuerpo. Con nuestra mente recordamos a Jesús y su sacrificio en la cruz a través del cual recibimos la salvación. Con nuestro espíritu conectamos con el Espíritu Santo de Dios para disfrutar de su presencia y expresarle nuestra gratitud. Con nuestro cuerpo comemos el pan y bebemos el vino, lo cual nos ayuda a recordar su significado. Lo que simboliza el pan Esto es mi cuerpo que por ustedes es dado. (Lucas 22:19) El pan es símbolo del cuerpo de Cristo maltratado en la cruz. Jesús entregó su cuerpo por amor a nosotros y, mientras participamos del pan con nuestros hermanos en Cristo, debemos recordar el sufrimiento físico que Jesús padeció en la cruz. Ese fue el precio pagado por nuestra salvación. Lo que simboliza el vino Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre que por ustedes se derrama. (Lucas 22:20) La copa de vino rojo simboliza la sangre que Jesús derramó en la cruz. Su sangre marcó el comienzo del nuevo pacto a través del cual, todos los que creen en Jesús como Dios y Señor, reciben el perdón de sus pecados y la vida eterna con él. El propósito de la Cena del Señor para el cristiano La celebración de la Santa Cena nos ayuda a centrarnos en Jesús. Son muchas las distracciones de la vida y los problemas. Al participar del pan y el vino volvemos a recordar que, aun en medio de todo lo que enfrentamos hoy, nuestro destino eterno ya está decidido gracias a Jesús. La Santa Cena es un acto de obediencia. Fue el mismo Señor Jesucristo quien nos mandó a celebrarla (Lucas 22:19 y 1 Corintios 11:24). Los seres humanos podemos ser olvidadizos, con la celebración de la Cena del Señor volvemos a enfocarnos en Jesús y en lo que significan para nosotros su muerte y resurrección. Celebramos la Cena del Señor en memoria de Jesucristo. Él mismo nos dijo «Hagan esto en memoria de mí» (Lucas 22:19). Pero no solo recordamos lo que él hizo. También anunciamos la muerte de Jesús al mundo que nos rodea. Es un acto en el que damos testimonio de que Jesús murió por amor a la humanidad. Sin embargo, no se queda ahí. La Santa Cena también nos ayuda a enfocarnos en el futuro, en la esperanza del regreso de Jesús (1 Corintios 11:26b). Es una proclamación de la esperanza de la vida eterna que tendremos con Jesús. Por eso, podemos decir que la Cena del Señor es un puente entre el pasado y el futuro. El día de hoy, recordamos lo que Jesús hizo por nosotros y celebramos el futuro que viviremos con él por toda la eternidad. Todas las veces que coman este pan y beban esta copa, anuncian la muerte del Señor, hasta que él venga. (1 Corintios 11:26) Todas las veces que coman este pan y beban esta copa, anuncian la muerte del Señor, hasta que él venga. (1 Corintios 11:26) Pasajes bíblicos que hablan sobre la Santa Cena Mateo 26:26-29 Mientras ellos comían, Jesús tomó pan y lo bendijo; lo partió y lo dio a sus discípulos, y dijo: Tomen; coman. Esto es mi cuerpo. Tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio diciendo: Beban de ella todos; porque esto es mi sangre del pacto, la cual es derramada para el perdón de pecados para muchos. Pero les digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid hasta aquel día cuando lo beba nuevo con ustedes en el reino de mi Padre. (Mateo 26:26-29) Marcos 14:22-25 Mientras ellos comían, Jesús tomó pan y lo bendijo; lo partió, les dio y dijo: Tomen; esto es mi cuerpo. Tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio y bebieron todos de ella. Y él les dijo: Esto es mi sangre del pacto, la cual es derramada a favor de muchos. De cierto les digo que no beberé más del fruto de la vid hasta aquel día cuando lo beba nuevo en el reino de Dios. (Marcos 14:22-25) Lucas 22:19-20 Entonces tomó pan y, habiendo dado gracias, lo partió y les dio diciendo: Esto es mi cuerpo que por ustedes es dado. Hagan esto en memoria de mí. Asimismo, después de haber cenado, tomó también la copa y dijo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre que por ustedes se derrama. (Lucas 22:19-20) 1 Corintios 11:23-26 Porque yo recibí del Señor la enseñanza que también les he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió y dijo: “Tomen, coman. Esto es mi cuerpo que por ustedes es partido. Hagan esto en memoria de mí”. Asimismo, tomó también la copa después de haber cenado, y dijo: “Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre. Hagan esto todas las veces que la beban en memoria de mí”. Todas las veces que coman este pan y beban esta copa, anuncian la muerte del Señor, hasta que él venga. (1 Corintios 11:23-26) MINISTERIO INTEGRAL FAMILIAR ( MIF)